El 17 de junio de 1950 se realizó el primer trasplante de riñón exitoso en la historia, cuando la paciente Ruth Tucker recibió el órgano en el hospital de Chicago, bajo la dirección del doctor Richard H. Lawler y su equipo.
Este procedimiento marcó un antes y un después en la medicina, abriendo la puerta a la era de los trasplantes de órganos y salvando innumerables vidas.
Este avance científico significó un gran salto en la cirugía y la inmunología, y sentó las bases para el desarrollo de técnicas que hoy son rutinarias en la medicina moderna.