Aunque el presidente argentino Javier Milei ha visitado en su momento al Papa Francisco y recientemente al Papa León XIV, su relación con la Iglesia Católica es conflictiva y está marcada por un abierto desprecio hacia esta fe, predominante en Argentina.
Milei, quien profesa una militancia de fe hacia el judaísmo y estudia la Torá bajo la influencia del movimiento jabad, mantiene una postura crítica y hasta ofensiva contra el catolicismo. En el pasado, calificó al Papa Francisco como “el representante del maligno en la Tierra” y lo acusó de impulsar el comunismo, generando una fuerte polémica y rechazo entre católicos y líderes religiosos. Su reciente posteo en redes sociales sobre el Papa León XIV, con imágenes y frases polémicas, volvió a despertar críticas por su falta de respeto hacia la figura papal y la Iglesia.
Además, Milei fue invitado a hablar en una megai glesia evangélica, donde afirmó que “la justicia social llena de envidia, de odio y de resentimiento a las personas”. Esta declaración refleja su desconocimiento o rechazo a la doctrina social cristiana, que históricamente ha hablado de justicia social mucho antes del surgimiento del peronismo, al que él atribuye erróneamente ese concepto. En un país profundamente católico, donde la mayoría profesa esa fe, las palabras del presidente resultan un ataque directo y generan preocupación sobre el respeto hacia la religión mayoritaria.
La tensión entre el gobierno de Milei y la Iglesia Católica se ha manifestado también en acciones institucionales, como el rechazo oficial a la participación de organizaciones católicas defensoras de derechos humanos y reproductivos en foros internacionales, lo que ha sido denunciado como un ataque a la pluralidad y a los derechos.
Aunque Milei intenta mostrar una buena relación con el Papa León XIV, invitándolo a visitar Argentina, la realidad es que la Iglesia local ha criticado duramente su gestión y estilo, marcando un escenario incierto para la relación futura entre el Gobierno y el catolicismo argentino.
En resumen, mientras Javier Milei cultiva su fe en el judaísmo y se acerca a sectores evangélicos, su desprecio hacia la Iglesia Católica y sus valores tradicionales se mantiene firme, en un contexto nacional donde la religión católica sigue siendo un pilar cultural y social fundamental.