En un contexto de creciente tensión social, la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, ha anunciado que aplicará “medidas especiales” para frenar la marcha de jubilados y hinchas de fútbol programada para el próximo miércoles 12 de marzo frente al Congreso de la Nación.
Esta movilización, que busca apoyar a los jubilados en su reclamo contra las políticas del gobierno de Javier Milei, ha generado una respuesta contundente por parte de la ministra, quien ha calificado a los hinchas como “barrabravas” y ha amenazado con implementar el derecho de admisión en un espacio público, algo inusual y controvertido.
Las protestas de jubilados han sido una constante en las últimas semanas, con incidentes violentos entre manifestantes y policías. La participación de hinchas de varios clubes de fútbol, como River, Boca, Argentinos Juniors, Gimnasia y Esgrima La Plata, Ferro, Chicago, All Boys, Independiente y Racing, ha elevado la preocupación del gobierno, que ve en esta movilización una motivación política detrás de la convocatoria.
Bullrich ha expresado su intención de tomar medidas judiciales y legislativas para controlar la situación, argumentando que la mayoría de los participantes son militantes políticos y no genuinos manifestantes. Además, ha confirmado una denuncia contra el periodista Diego Brancatelli por “incitar a la violencia”.
La decisión de aplicar el derecho de admisión en un espacio público ha sido vista como un intento de reprimir la libertad de reunión pacífica, algo que ha generado críticas y preocupación entre los sectores opositores y defensores de los derechos civiles. Figuras como el exdirector técnico Ángel Cappa han apoyado la marcha y criticado la represión gubernamental.
En resumen, las declaraciones de Patricia Bullrich reflejan un claro miedo a la magnitud que pueda alcanzar la marcha, lo que ha llevado a una serie de medidas que buscan limitar la participación de los hinchas y otros grupos en la movilización. Sin embargo, estas acciones han sido vistas como un intento de reprimir la protesta pacífica, lo que podría aumentar las tensiones sociales en el país.