Racing venció 1-0 a Independiente en el Estadio Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini y se quedó conuna nueva edición del Clásico de Avellaneda.
El delantero Maravilla Martínez sentenció el partido con el suspenso del VAR,tras un offside que le habían cobrado en primera instancia. El Rojo, en tanto, no vence a su clásico rival en su estadio desde la Liga Profesional 2021, pero además solo se llevó dos victorias en los últimos ocho encuentros.
Al furioso primer tiempo furioso solo le faltó el gol por cómo lo intentaron ambos equipos. Comenzó mejor el Rojo con un Alex Luna intratable que hizo amonestar a Tobías Rubio y Facundo Mura, los dos que justamente juegan por su lado, y que generó casi todas las ocasiones del local.
Primero con un remate al lado del palo, en la primera situación de riesgo del partido, después con un cabezazo que se fue afuera por muy poco y, por último, con un buen centro a Alexis Canelo que justo se desvió en un defensor de la Academia, sino el cabezazo iba directo al arco.
Sin embargo, la visita reaccionó casi al cuarto de hora y, desde entonces, se jugó golpe por golpe. Tuvo las mejores chances a través de Adrián Martínez y Maximiliano Salas, pero tampoco pudieron convertir. Ni siquiera cuando a Maravilla le quedó servido el gol debajo del arco defendido por Rodrigo Rey, quien respondió cada vez que lo exigieron.
Fue una primera parte muy dinámica, con pocas faltas y por momentos con los equipos, que recién bajaron los decibeles faltando cinco minutos, partidos.
El comienzo del segundo tiempo se convirtió en la contracara, ya que tuvo más fricción que juego. Fue cortado e intrascendente, producto de muchas imprecisiones y malas de decisiones. Pero en el momento de mayor incertidumbre Racing encontró el gol gracias a una genialidad de Bruno Zuculini.
A los 17 minutos, Zuculini le dio una gran asistencia a Maravilla Martínez, quien gambeteó a Rey y puso el 1-0 para convertirse en uno de los goleadores de la Copa Liga Profesional 2024 con seis gritos. Sin embargo, el juez de línea levantó la bandera e invalidó la conversión. La jugada era fina y por eso intervino el VAR, que trazó líneas, advirtió la tardía salida de Iván Marcone, jugando entre los centrales, y corrigió a la terna arbitral liderada por Facundo Tello.
Con la desventaja, el entrenador Carlos Tevez movió rápidamente el banco, y envió a la cancha al extremo Santiago Toloza y al delantero Ignacio Maestro Puch. Sin embargo, el Rojo no reaccionó y Racing aprovechó cada vez mejor los espacios.
A los 25, pudo ampliar mediante un remate cruzado del volante Agustín Almendra, pero la pelota se fue besando el palo derecho de Rey.
Presionado por el paso de los minutos y un contexto cada vez más favorable a la visita, Independiente fue a buscarlo con idéntica cuota de actitud y nervios ante una Academia bien cerrada atrás.
Recién a los 35, el local se acercó a la igualdad mediante un tiro libro de Federico Mancuello, bien ejecutado y con buena rosca, aunque apenas desviado.
Tevez envió todos sus atacantes a la cancha (Matías Giménez y David Martínez), pero careció de un generador de juego que les haga llegar la pelota. Y casi no tuvo posibilidades de igualar.
Para peor, los de Gustavo Costas comenzaron a manejar la pelota y los tiempos del final del partido, con un ingreso clave de Santiago Solari como para tenerla y evitar cualquier reacción del local.
Con inteligencia, Racing fue justificando el triunfo y terminó por llevarse dos premios más que importantes: una nueva edición del clásico y el ascenso al tercer puesto de la Zona B, con 13 puntos, escalón de clasificación a la fase final.