VALENZUELA RECORDÓ A SCHUMACHER A BORDO DE UN ZANELLA 50CC Y OLVIDÓ SU CIERRE

Foto NA

La emblemática planta de Zanella en Caseros, partido de Tres de Febrero, fue durante décadas un símbolo de la industria nacional y del trabajo argentino. Sin embargo, en octubre de 2019, sus portones se cerraron definitivamente, dejando en la calle a entre 70 y 75 trabajadores, casi la mitad de la plantilla que sostenía la producción de motocicletas en esa histórica sede.

El cierre de la planta no fue un hecho aislado, sino el resultado de una profunda crisis que atravesaba la empresa. Zanella, afectada por la caída de ventas, deudas salariales y una reducción drástica de operaciones en otras plantas del país, no pudo sostener su actividad. Los trabajadores despedidos se encontraron, además, con la incertidumbre sobre el cobro de sus indemnizaciones y la falta de respuestas concretas por parte de las autoridades municipales y nacionales.

Posteoen X del intendente Diego Valenzuela.

El cierre se produjo durante la presidencia de Mauricio Macri y bajo la intendencia de Diego Valenzuela en Tres de Febrero. En ese entonces, Valenzuela, alineado con el PRO, fue criticado por su silencio y falta de apoyo a los trabajadores afectados. Mientras la comunidad esperaba gestos de acompañamiento, la respuesta fue la indiferencia. Esta actitud contrasta fuertemente con la reciente publicación del ahora intendente libertario, quien en sus redes sociales recordó con nostalgia una imagen de Michael Schumacher a bordo de una Zanella 50cc en un Gran Premio de Fórmula 1 en Argentina, evocando tiempos de gloria para la marca, pero sin mencionar el drama social que significó el cierre para cientos de familias de Caseros.

Actualmente, la planta de Caseros volvió a abrir sus puertas, pero bajo otros capitales y con un destino completamente diferente: ya no se ensamblan motos. El legado industrial de Zanella en la zona se transformó, dejando atrás una parte fundamental de la historia productiva y social de Tres de Febrero.

Para muchos vecinos y exempleados, el cierre de Zanella sigue siendo una herida abierta. La falta de respuestas y el olvido institucional marcaron un antes y un después en la vida de la comunidad. Mientras tanto, el recuerdo de los años de esplendor convive con la realidad de una reconversión que, lejos de devolver el esplendor perdido, evidencia la fragilidad del trabajo industrial en la Argentina de los últimos años.

Con NA.

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