LAS CONTRADICCIONES AMBIENTALES EN TRES DE FEBRERO: ¿CUIDAN EL PLANETA O VENDEN ESPEJISMOS?
En el municipio de Tres de Febrero, gobernado por Diego Valenzuela, se observa una preocupante contradicción entre el discurso oficial y las acciones concretas en materia ambiental. Mientras el intendente y su gestión se venden como fervientes cuidadores del planeta, promoviendo actividades como la plantación de árboles en Altos de Podestá para celebrar el Día de la Tierra, la realidad muestra una cara mucho más compleja y cuestionable.
Un discurso verde en un espacio exclusivo
El posteo oficial en redes sociales destaca la plantación de especies autóctonas junto a vecinos en Altos de Podestá, un sector que funciona como una suerte de barrio privado, aunque sin serlo formalmente. Este detalle no es menor: se trata de uno de los pocos espacios verdes que quedan en el distrito, y su uso para una actividad simbólica de cuidado ambiental puede interpretarse más como un acto de imagen que como un compromiso real con la ecología y la comunidad en general.
La contradicción de Javier Mile y el negacionismo climático
Por si fuera poco, el nuevo jefe político de Valenzuela, Javier Mile, ha negado públicamente la existencia del cambio climático, una postura que choca frontalmente con el mensaje oficial del municipio. Este negacionismo no solo deslegitima cualquier política ambiental que se quiera implementar, sino que también genera confusión y desconfianza entre los vecinos, quienes esperan coherencia y liderazgo responsable en un tema tan crucial.
La venta de pulmones verdes: ¿un negocio por encima del bienestar común?
Mientras se plantan árboles en un espacio restringido, otro de los pocos pulmones verdes de Ciudad Jardín está siendo vendido a privados para la construcción de viviendas y desarrollos inmobiliarios. Esta decisión pone en evidencia que el supuesto compromiso con el medio ambiente es, en realidad, un doble discurso. La prioridad parece estar puesta en el negocio inmobiliario, a costa de la pérdida de espacios naturales que son vitales para la calidad de vida de los habitantes.
¿quién cuida realmente el planeta en Tres de Febrero?
La gestión de Diego Valenzuela y su equipo enfrenta un desafío serio para recuperar la confianza de la comunidad. No basta con plantar algunos árboles en un espacio selecto ni con mensajes bienintencionados en redes sociales. La coherencia entre discurso y acción es fundamental para avanzar hacia un municipio realmente sostenible y comprometido con el cuidado del ambiente.
Los vecinos y vecinas de Tres de Febrero merecen políticas claras, transparentes y efectivas que protejan sus espacios verdes y promuevan un desarrollo urbano equilibrado. Solo así se podrá dejar atrás el espejismo ambiental y construir un futuro más verde y justo para todos.
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