La Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA-A) expresó su más enérgico repudio a la represión ejercida hoy por fuerzas de seguridad contra jubilados, periodistas y referentes sociales que se manifestaban en reclamo de una jubilación digna frente al Congreso de la Nación.
Durante la jornada, cientos de jubilados y jubiladas se congregaron pacíficamente para exigir mejoras en sus haberes y condiciones de vida. Sin embargo, la respuesta del Gobierno fue una violenta represión: palos, empujones y gases lacrimógenos fueron utilizados para dispersar a quienes, tras años de trabajo, hoy reclaman lo que les corresponde.
Entre los agredidos se encontraban integrantes de la Mesa Ecuménica y el sacerdote Rodolfo Viani, referente de la Opción por los Pobres, quienes acompañaban la movilización en solidaridad con los jubilados. También periodistas que cubrían la protesta fueron víctimas de la violencia policial, en un claro intento de amedrentar y silenciar la voz del pueblo.
Desde la CTA Autónoma, denunciaron: «El ajuste no cierra sin represión, y el pueblo no se calla. Basta de atacar a quienes luchan».
La central sindical exigió el cese inmediato de la represión y el respeto irrestricto a los derechos humanos ya la libertad de expresión y protesta. Además, convocó a la sociedad a mantenerse en estado de alerta y continuar acompañando a los sectores más vulnerables, que hoy sufren las consecuencias de las políticas de ajuste.
La jornada dejó imágenes impactantes y un fuerte llamado de atención sobre la situación social y el clima de tensión creciente en el país. Organizaciones de derechos humanos, referentes políticos y sociales se sumaron al reclamo, exigiendo justicia y el fin de la criminalización de la protesta.