El físico suizo Auguste Piccard y su asistente Paul Kipfer alcanzaron el 27 de mayo de 1931 la estratosfera a bordo de un globo aerostático, elevándose hasta los 16.000 metros de altura.
Este histórico vuelo fue pionero en la exploración de la atmósfera superior y permitió observar por primera vez la curvatura de la Tierra, abriendo camino a la investigación aeroespacial y atmosférica.