Vélez venció por 1-0 a Barracas Central en Liniers en una de las primeras 14 finales que se juega en la Copa de la Liga Profesional para impedir caer en descenso.
El Fortín recuperó la sonrisa tras cinco partidos y, si bien supo crear más peligro que su rival, su falta de contundencia de la mano de su urgencia le dio un marco de fuerte emotividad al trámite.
La noche arrancó caliente con un toque de Rodrigo Insúa a Braian Romero en el área que Andrés Merlos no consideró penal pero desató las protestas locales. El ex River tuvo una interesante velada junto a Elías Gómez y Francisco Pizzini, los refuerzos que Sebastián Méndez paró desde el arranque. Los de Sergio Rondina perdieron de entrada por lesión a Juan Ignacio Díaz y luego a su arquero Andrés Desábato, afectado en la rodilla.
El Fortín, que siguió peleado con el arco, concretó a los 34 cuando Gianluca Prestianni lanzó un centro desde la derecha que Fernando Prado, el reemplazo de Díaz, tocó ante Guido Villar, el de Desábato. Pero después llegaría lo mejor de la visita, que amenazó con un tiro libre de Insúa y casi tiene un penal a favor en tiempo cumplido cuando Merlos le daba un penal que no era cometido a Nicolás Capraro, que picaba en offside. El VAR corrigió la decisión del juez y el partido se fue al descanso sin cambios en el marcador.
El anfitrión salió muy atrás al complemento y parecía que el Guapo se lo llevaba puesto; aunque justamente entonces no logró generar ninguna chance clara. El DT sacó a Walter Bou y con Elías Cabrera logró compensar mejor el medio, y cuando recuperó el balón cascoteó el rancho de Villar con Romero, que definió sin arquero pero le desviaron el tiro, Prestianni y Pizzini, que pegó un cabezazo en el palo. Sin volver a dominar, el ingresado Lucas Colitto tuvo la última para Barracas aunque le faltó puntería.
Así, Vélez construyó otro triunfo con algunos avances pero también preocupaciones persistentes sobre su escasa eficacia. Pero en épocas de vacas flacas, su gente supo valorar tres puntos que le sirven para dejar atrás a un puñado de equipos en la tabla general, lo que no es poco.