VALENZUELA: ENTRE LA VIGILIA POR MALVINAS Y EL SILENCIO DE LA MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA

El intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, convocó a una vigilia el 2 de abril para reivindicar la soberanía de Malvinas, un gesto que contrasta con su adhesión al espacio político La Libertad Avanza, cuyo gobierno nacional ha mostrado posturas ambiguas sobre el reclamo territorial y críticas a la memoria histórica.

Mientras Valenzuela busca mantener una imagen progresista en su distrito, su alineamiento con figuras como Javier Milei y Patricia Bullrich genera tensiones con la narrativa oficial sobre la guerra de 1982 y los crímenes de la dictadura.

La guerra de Malvinas fue un recurso político de la última dictadura cívico-militar para legitimarse, según denuncian organizaciones como el CECIM de La Plata, que documentó torturas y crímenes de lesa humanidad cometidos contra soldados conscriptos durante el conflicto. Este contexto histórico choca con la celebración de Valenzuela, quien en su discurso de 2021 destacó la vigilia en la plaza de la Unidad Nacional como un acto “sin banderas políticas ni ideología”, omitiendo la relación entre el reclamo territorial y el régimen genocida.

Mientras Valenzuela evoca la causa malvinera, su partido La Libertad Avanza alberga figuras como Javier Milei, admirador declarado de Margaret Thatcher, y Diana Mondino, quien pidió “respetar el derecho de los isleños”, una postura que desnaturaliza el reclamo argentino. Durante la pandemia, Patricia Bullrich, hoy ministra de Seguridad, sugirió intercambiar vacunas Pfizer por Malvinas, revelando una visión utilitaria del conflicto. Estas posiciones contrastan con el discurso municipal que busca mantener un perfil “progresista” en Tres de Febrero, donde Valenzuela invirtió en obras públicas y seguridad, pero no aborda la memoria de los 30.000 desaparecidos.

Valenzuela, reelecto en 2023 con el 47% de los votos, ha priorizado el discurso de la  “seguridad” y la infraestructura, pero su gestión no incluye políticas de memoria ni reparación histórica. En 2017, adjudicó contratos sin licitación a empresas vinculadas a Guillermo Dietrich, entonces ministro de Transporte, y enfrentó críticas por nombrar a un funcionario que reivindica el terrorismo de Estado. Su reciente adhesión a La Libertad Avanza —tras abandonar Propuesta Republicana— refleja una estrategia para capitalizar el voto libertario sin perder apoyo en sectores que históricamente rechazan la derecha.

La vigilia por Malvinas, celebrada con vecinos y excombatientes, funciona como un símbolo de unidad nacional que Valenzuela instrumentaliza para mantener cohesión social. Sin embargo, su silencio sobre la memoria de la dictadura y su alianza con un gobierno que minimiza el reclamo territorial exponen una doble moral: mientras en Tres de Febrero se proyecta como un gestor inclusivo, en el ámbito nacional se alinea con fuerzas que desafían la narrativa histórica oficial. Este juego de espejos políticos podría erosionar su base electoral si los votantes perciben una desconexión entre su discurso local y las posiciones de su partido.