“UNA VIDA MARAVILLOSA”, LA TELENOVELA QUE LLEGA A NETFLIX
Un pescador que toca la guitarra se convierte sorpresivamente en una estrella pop viral y debe lidiar entre su vida actual y su pasado en este drama musical danés.
Historias de ascensos, caídas y todo lo que puede pasar en el medio de la vida de una estrella de rock se han visto de a cientos. Y UNA VIDA MARAVILLOSA no agregará mucho a lo conocido. Quizás su mayor particularidad es que se trata de una película danesa, pero una que imita, paso a paso, el modelo hollywoodense en la materia. Es la historia de un chico talentoso pero conflictuado que llega a la fama de manera sorpresiva y que se ve ante una serie de disyuntivas a la hora de decidir qué hacer con su vida.
Curiosamente, esta es una de las pocas películas sobre música en la cual la industria no se ubica en el lugar del enemigo. Hay tensiones y alguna incomodidad, pero el principal problema de A BEAUTIFUL LIFE pasa por las dudas del propio protagonista, que duda entre meterse en esa espiral de éxitos y giras o quedarse en su vida anterior, más previsible, tranquila y convencional.
El protagonista es Christopher, una estrella pop danesa cuyo estilo recuerda al de tantos cantautores confesionales actuales (un poco Ed Sheeran, otro tanto Shawn Mendes, ese plan), algo que el tipo hace bastante bien, interpretando sus propios canciones (todas en inglés, aunque la película es en danés) y demostrando ser un aceptable actor. El hombre interpreta a Elliot, un pescador que toca la guitarra y que un día va a un show a tocar junto a un amigo que canta. En medio de la canción el amigo se quiebra, no puede seguir, él lo reemplaza y, claro, lo hace mucho mejor. El público explota. Entre ellos, una madre y una hija (Suzanne y Lilly)m que producen álbumes y lo quieren contratar.