Un 13 de abril de 1975, un incidente en Beirut desencadenó el comienzo de la guerra civil libanesa, un conflicto que duraría más de una década y afectaría profundamente al país.
La guerra involucró a múltiples facciones religiosas y políticas, así como a potencias extranjeras, dejando un legado de división y reconstrucción en Líbano.