El 7 de junio de 1494, los reinos de Castilla y Portugal firmaron el Tratado de Tordesillas, un acuerdo que dividió el mundo en dos áreas de influencia para la exploración y conquista.
La línea imaginaria trazada a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde asignaba a Portugal las tierras al este y a Castilla las del oeste, determinando la expansión colonial europea en América, África y Asia.
Este tratado tuvo un impacto decisivo en la configuración geopolítica mundial y en la historia de la colonización.