El 6 de abril de 1896, en Atenas, Grecia, comenzaron los primeros Juegos Olímpicos modernos.
Esta fecha marcó el renacimiento de una tradición que databa de la antigua Grecia, pero que había sido interrumpida por siglos.
El barón Pierre de Coubertin, un educador y deportista francés, fue el principal impulsor de la idea de revivir los Juegos Olímpicos. Coubertin creía que el deporte podía promover la paz y la amistad entre las naciones.
Los Juegos Olímpicos de 1896 reunieron a 241 atletas de 14 países, compitiendo en nueve disciplinas deportivas. Aunque fueron modestos en comparación con los Juegos actuales, sentaron las bases para lo que hoy es el movimiento olímpico.
Desde entonces, los Juegos Olímpicos han crecido hasta convertirse en uno de los eventos deportivos más grandes y emocionantes del mundo, promoviendo el espíritu de competencia, amistad y respeto entre las naciones.