Mariana Pineda, una joven activista liberal española, fue ejecutada el 26 de mayo de 1831 por su participación en movimientos contra la monarquía absolutista.
Su defensa de los ideales de libertad y justicia la convirtió en un símbolo de la lucha por los derechos civiles y la democracia en España.
Su vida y muerte han sido recordadas en la literatura, el teatro y la historia como un ejemplo de valentía frente a la opresión.