TRES DE FEBRERO: VUELVEN A INTERVENIR LA PLAZA CHURRUCA, ¿NO SERIA MEJOR MANTENERLAS?
La renovación constante de la Plaza Churruca en Tres de Febrero, impulsada por el intendente Diego Valenzuela, no puede analizarse sin una mirada crítica sobre el uso de los recursos públicos y las prioridades de gestión.
Que la plaza haya sido renovada varias veces en pocos años, casi desde cero, revela una falta de planificación a largo plazo y un enfoque más orientado a la exhibición política que a la sustentabilidad real de los espacios públicos.
Estas intervenciones reiteradas, que se anuncian con bombos y platillos, parecen responder más a la necesidad de mostrar obras visibles en años electorales que a un compromiso genuino con el mantenimiento y la mejora continua. En lugar de invertir en conservar lo ya hecho, se opta por gastar nuevamente en remodelaciones que podrían evitarse con un adecuado cuidado y administración.
Mientras se destinan recursos a estas renovaciones superficiales, la realidad de muchos vecinos sigue marcada por el abandono y el deterioro en otros aspectos esenciales del municipio, como el estado de las calles, la seguridad y servicios básicos. Esta disparidad entre la inversión en obras visibles y la falta de mejoras estructurales genera desconfianza y cuestiona la verdadera prioridad de la gestión.
En definitiva, la repetida puesta en valor de la Plaza Churruca no es más que un síntoma de una política pública que privilegia la campaña electoral y la imagen por sobre la eficiencia, la transparencia y el bienestar real de la comunidad. La gestión debería enfocarse en un mantenimiento responsable y sostenible, que evite gastos innecesarios y garantice que los espacios públicos sean verdaderamente disfrutables a largo plazo, sin necesidad de renovaciones constantes que solo evidencian un manejo cuestionable del dinero público.
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