En el corazón de Tres de Febrero, el barrio de Villa Bosch vive todavía las secuelas de un temporal devastador que transformó calles en ríos de agua y mugre. La intersección de Juan XXIII y Triunvirato se convirtió en epicentro de la tragedia: una vivienda quedó completamente inundada, con la suciedad arrastrada por la corriente convirtiendo el desastre en una verdadera pesadilla para los residentes.
El fuerte chaparrón que azotó el Gran Buenos Aires el martes 23 de diciembre dejó un saldo amargo. Vecinos relataron cómo el agua ingresó a las casas en cuestión de minutos, arrastrando basura acumulada en las calles y veredas. «Esto también pasa en tu barrio», se quejan los afectados, denunciando la falta de mantenimiento de desagües y alcantarillas en el municipio.
Varias arterias siguen con acceso restringido, complicando la movilidad y la recuperación. Calles como Triunvirato presentan acumulación de escombros y lodo, mientras equipos municipales trabajan a destajo para restablecer el tránsito.
Voces del barrio
María González, vecina de la zona inundada, describió la escena: «Entró el agua por todos lados, con mugre y ramas. Perdimos muebles y electrodomésticos. ¿Cuánto más vamos a esperar por obras serias?». Otros residentes apuntan al abandono de la red cloacal, agravado por la intensidad del temporal.
Desde la Municipalidad de Tres de Febrero informaron que se desplegaron máquinas y personal para limpiar las calles afectadas, pero no dieron plazos precisos para la normalización.
Este episodio suma a una serie de inundaciones recurrentes en la zona oeste del conurbano, donde el cambio climático y la urbanización descontrolada agravan los riesgos. Los vecinos exigen respuestas urgentes para evitar que la «pesadilla» se repita.
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