El 17 de abril de 1961 marcó el inicio de la fallida invasión de Bahía de Cochinos en Cuba, cuando más de 1,200 exiliados cubanos, entrenados y financiados por la CIA, desembarcaron en la playa Girón con el objetivo de derrocar al gobierno de Fidel Castro.
La operación, que formaba parte de un plan diseñado durante la presidencia de Eisenhower y ejecutado bajo la administración de John F. Kennedy, buscaba establecer una cabeza de playa para desencadenar una insurrección popular contra la Revolución Cubana.
Sin embargo, la falta de apoyo aéreo estadounidense, que Kennedy decidió retirar en el momento crítico, y la rápida respuesta de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, lideradas inicialmente por José Ramón Fernández y luego por el propio Castro, lograron repeler la invasión en apenas tres días. La derrota de la Brigada 2506 no solo consolidó el poder de Castro, sino que también significó un duro golpe para la política exterior de Estados Unidos en América Latina y un punto de inflexión en la Guerra Fría.
Este episodio histórico sigue siendo recordado como un símbolo de resistencia para Cuba y una advertencia sobre las consecuencias de la intervención extranjera en asuntos soberanos.