En Villalar, Castilla, el 23 de abril de 1521, se libró un enfrentamiento decisivo durante la Guerra de las Comunidades de Castilla entre las fuerzas realistas del rey Carlos I, bajo el mando de Íñigo Fernández de Velasco, y los comuneros que defendían la Santa Junta.
La victoria realista fue contundente y marcó el fin casi total de la rebelión, con la captura y posterior ejecución de los líderes comuneros al día siguiente. Solo en Toledo la resistencia se prolongó hasta febrero de 1522.
Este hecho significó la consolidación del poder real frente a las revueltas populares y la reafirmación del control monárquico en Castilla.