Betis igualó 0-0 con Atlético de Madrid en el Estadio Benito Villamarín, donde los argentinos Germán Pezzella, Guido Rodríguez y Rodrígo De Paul fueron titulares, en el marco de la segunda fecha de La Liga de España.
Tras una primera mitad muy floja de los de Diego Simeone, desaparecidos en ataque, y con un mayor empuje por parte del equipo local, que pudo marcar en ocasiones del brasileño Abner y de Ayoze Pérez, el Colchonero mejoró con los cambios tras la reanudación, pero fue incapaz de generar opciones claras ante la meta de un buen Betis, con más profundidad y al que sólo le faltó el gol
Manuel Pellegrini repitió prácticamente el once de Villarreal, con la única novedad de Ruibal de interior por delante del senegalés Sabaly para suplir la lesión del brasileño Luiz Henrique y reforzar ese carril derecho ante la presencia del francés Lemar y, sobre todo, del belga Yannick Carrasco. Y pese a esa cautela, Betis salió muy enchufado, eléctrico, a intentar hacer daño desde el inicio.
Avisó muy pronto el lateral zurdo brasileño Abner Vinicius, pero su tiro cruzado se fue fuera cuando sólo se llevaba un minuto y medio de juego, aunque fue Betis, con un punto más de intensidad y de atrevimiento ante un Atlético de Madrid más encorsetado y con menos chispa, el que siguió llevando la iniciativa con una gran presión y ataques continuos.
Ahí, con un medio campo desorientado e incapaz de conectar con Llorente y Carrasco por las bandas ni con Griezmann ni Memphis, sufría el Atlético ante un conjunto andaluz más vertical y con las ideas más claras. Solo le faltó hallar vías más adecuadas para dar el zarpazo. Ayoze estuvo cerca en el ecuador del primer tiempo, pero su derechazo se topó con el lateral de la red.
En el plano ofensivo, los de Simeone, salvo tímidos intentos de Carrasco y Memphis, no aparecieron en esta primera mitad, impotente para superar el buen planteamiento de Pellegrini, con su equipo más volcado y generando un mayor peligro ante Oblak, como en un cabezazo alto y forzado del activo Ruibal a centro de Isco. Aún así, la defensa rojiblanca siempre respondió y evitó males mayores, con lo que se llegó al descanso con 0-0 y señales preocupantes en el Atlético.
En la reanudación, y ante el juego espeso, poco fluido y casi mojigato del Atlético, Simeone no se lo pensó. Metió en el campo a Pablo Barrios por un inadvertido Llorente para dar más consistencia y prestancia a su centro del campo, lo que mejoró ligeramente al cuadro colchonero, pero sin alharacas, pues Betis, con Isco al timón, siguió apretando.
Así, Ayoze, siempre incisivo, recibió a los 50 minutos un pase de Sabaly y empalmó un balón desde la frontal del área que salió fuera. Mientras, al técnico argentino seguía sin convencerlo lo que veía, con su equipo apocado, e hizo tres cambios de una tacada: Saúl por Lemar, Samu Lino por Carrasco y Morata por Memphis, a quien no le llegaron balones en buena situación.
Desde el medio centro, Barrios le dio más criterio al Atlético, que asustó a Rui Silva con un cabezazo de Hermoso tras un córner que desvió bien el luso a los 65 minutos. Pero Betis siguió con la misma fe, atacando en cuanto hallaba espacios.
Pellegrini metió gente de refresco con la entrada de Willian José por Borja Iglesias, siempre muy atado por la zaga visitante, y de dos jóvenes: el mediapunta Rodri por Isco, que cumplió con nota asumiendo la creación ofensiva, y el extremo Juan Cruz por Ruibal.
Aunque los béticos continuaron queriendo mandar en el partido, no generaron ocasiones claras ante un rival que empezó a merodear más por el área local, sobre todo a raíz de las decisiones tácticas de Simeone. Barrios apuntaló su centro del campo y luego Saúl, Lino y Morata le dieron más cuajo a un Atlético mejorado, aunque incapaz de hacer daño, salvo en algún intento aislado del brasileño y de Morata, a un Betis serio, solvente y al que le faltó pegada ante Oblak.