Tiene 47 años y desde hace 25 trabaja en la empresa de bandera estatal. En sus redes sociales compartía su afición por la meditación y las técnicas de respiración.
El domingo 21 a la mañana, en el aeropuerto internacional de Ezeiza, un vuelo de Aerolíneas Argentinas que estaba por salir rumbo a Miami debió ser evacuado luego de que el personal de la compañía recibiera el audio de una mujer que, con la voz distorsionada, advertía por una amenaza de bomba en el avión. Con el correr de las horas, Daniela Carbone, una de las azafatas de la empresa, quedó detenida, acusada de realizar el llamado. La mujer se presentará hoy a declarar ante el Juzgado Federal 1 de Lomas de Zamora, a cargo de Federico Villena.
Carbone tiene 47 años y desde hace 25 trabaja en la aerolínea de bandera estatal. Aquel día tomó el teléfono de su hija, le colocó un chip prepago y decidió hacer la amenaza. El llamado le llegó al comandante del vuelo y a otros empleados de la compañía: “Decile al capitancito que le pusimos tres bombas en el Miami. Que se deje de joder con la política y chequee el avión porque van a volar en mil pedazos”, se oye en el audio. La grabación generó la suspensión del vuelo AR1304 Ezeiza-Miami, en el que viajaban 270 pasajeros y 12 tripulantes y, además, causó millonarias pérdidas a la empresa.
Ante esto, la mujer fue detenida en Ezeiza por la Unidad Operacional Antiterrorista y de Control de Actividades de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Fue el mismo domingo, cuando volvía de su último vuelo al país. Quedó acusada de “coacción agravada al piloto” por “referencias a su familia”, tras haber intentado “hacer pasar la amenaza como una interna sindical”. La causa quedó bajo secreto de sumario y “continúa en investigación”, según señalaron fuentes de la empresa a este medio.
Los motivos que presuntamente la impulsaron a realizar la falsa amenaza de bomba generan confusión. En todas sus redes sociales, Carbone muestra con orgullo su trabajo, en el que ya pasó media parte de su vida: “Comisario de a bordo en Aerolíneas Argentinas”, es el principal titular con el que se define. Además, se reconoce como mamá de tres: de su joven hija, a la que le habría utilizado el celular para realizar el polémico llamado, de su perra Mora y de su gata Blanca.
La azafata tiene 47 años.
El teléfono y el audio fueron algunas de las principales pistas que le permitieron a la Justicia llegar a la acusada. La grabación dejó ver que la emisora tenía conocimiento de las internas del mundo de la aviación. Allí, la voz distorsionada le pedía “que se de joder con la política” al piloto del vuelo quien, segúnpudo conocer Infobae, era el hijo de Jorge Alberto Pérez Tamayo, ex dirigente del sindicato de pilotos (APLA). Asimismo, en otro mensaje, la voz advertía que conocía el colegio donde iban los hijos del comandante.
Sin embargo, las principales sospechas apuntan a la relación sentimental que la azafata había tenido, hasta hace dos meses, con uno de los tripulantes de cabina que viajaba en el avión que debía despegar hacia Estados Unidos.Era un vínculo que habría durado casi cinco años, y que estaría conflictuando a Carbone, debido a que su ex novio ya estaría saliendo con una nueva persona.
En su paso por la empresa, la mujer -fiel seguidora del gurú indio Sri Sri Ravi Shankar, líder de El Arte de Vivir, dedicado a la enseñanza de técnicas de respiración, meditación y autoayuda– se había sumado a la consigna “Defendamos Aerolíneas y Austral”, una lucha que también compartía con su ex pareja, un músico aficionado, hincha de River y jugador de golf. A ambos los unía su trabajo en los aviones y su pasión por los viajes.
Si bien la acusada tenía una larga trayectoria en el universo aeroportuario y hasta había sido instructora en la escuela de azafatas, tenía el objetivo de, algún día, poder alejarse de su uniforme y convertirse en paramédica.
“En el amor verdadero no hay desamor. Un corazón roto significa demandas rotas, expectativas rotas, esperanzas rotas”, expresaba una de las imágenes que compartió Carbone en su cuenta personal de Facebook en 2015, años antes de ser investigada por el llamado de una amenaza de bomba.
La causa está en investigación.
Para esclarecer los hechos, la detenida tendrá la oportunidad de declarar hoy ante el juez Villena y dar su versión cuando le exhiban las pruebas que la acusan de ser la presunta autora de la amenaza de bomba que puso en alerta a la seguridad del aeropuerto y que demoró más de siete horas la salida del vuelo a Miami.