PAÍSES CON DÉFICIT FISCAL Y CRECIMIENTO ECONÓMICO: DESMINTIENDO UN MITO ECONÓMICO

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La teoría económica tradicional suele afirmar que tener déficit fiscal limita el crecimiento económico de un país. Sin embargo, la realidad comprobada en numerosos casos recientes demuestra lo contrario. Países que han mantenido déficits fiscales moderados o incluso elevados han logrado seguir creciendo, reflejando la compleja relación entre déficit y expansión económica.

Ejemplos internacionales recientes

En América Latina, Brasil, México, Chile y Colombia son ejemplos claros de países con déficits fiscales significativos que no han frenado su crecimiento. Por ejemplo, Brasil cerró 2023 con un déficit fiscal de alrededor del -7,5% del PIB, pero continúa impulsando un crecimiento económico sostenido gracias a políticas fiscales que combinan inversión pública y gasto controlado. México mantiene un déficit fiscal cercano al -3.3% y sigue mostrando crecimiento aunque con ajustes fiscales puntuales.

En 2025, China elevó su déficit fiscal al 4%, superando la línea tradicional del 3%, como parte de un paquete de estímulos para sostener un objetivo de crecimiento del 5%. Este déficit busca contrarrestar efectos de factores externos, como políticas arancelarias, mientras impulsa inversiones y consumo. La Unión Europea también refuerza que déficits moderados son compatibles con crecimiento en países grandes como Francia, con déficit fiel pero crecimiento modesto.

La teoría y la evidencia

Expertos en economía señalan que mientras un déficit fiscal muy alto y mal gestionado puede limitar el crecimiento y generar desequilibrios, un déficit moderado financiado de forma adecuada puede fomentar la inversión pública en infraestructura, educación y tecnología, lo que impulsa la capacidad productiva del país. De hecho, mantener un equilibrio fiscal estricto no garantiza el crecimiento y puede ser contraproducente si restringe el gasto estratégico.

El Fondo Monetario Internacional y otros organismos corroboran que muchos países con crecimiento sostenido se mantienen en el tiempo déficits fiscales moderados como norma, sin excepción. Esto demuestra que la relación entre crecimiento y déficit es multilineal y depende del contexto macroeconómico y la calidad del gasto público.

El caso de América Latina en 2025

Países latinoamericanos como Argentina proyectan un crecimiento del PIB del 5% en 2025, a pesar de los déficits fiscales del registro. Colombia y Perú también muestran balanzas fiscales negativas moderadas, sin impedir el desarrollo económico, aunque enfrentan desafíos de consolidación fiscal y estabilidad política.

En conclusión, el déficit fiscal por sí solo no representa un enemigo del crecimiento económico. Más bien, es la forma en que el déficit es manejado y en qué se invierte lo que determina si un país puede crecer manteniendo una posición fiscal negativa.

Con NA.

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