En los últimos días, la Municipalidad de Tres de Febrero, bajo la gestión del intendente Diego Valenzuela, difundió la detención de un grupo de delincuentes en la localidad de Ciudadela. Un hecho sin dudas positivo para la seguridad del distrito, pero que rápidamente se convirtió en un instrumento más para alimentar la división política y la confrontación con el gobernador Axel Kicillof.
La inseguridad es una preocupación real y legítima para los vecinos y vecinas de Tres de Febrero, quienes sufren a diario la sensación de vivir en un entorno vulnerable. Por eso, cualquier acción que contribuya a mejorar la seguridad debe ser valorada y potenciada. Sin embargo, lo que no puede permitirse es que estas acciones sean utilizadas para jugar a la división del relato, en lugar de fomentar la coordinación y el trabajo conjunto entre municipio y provincia.
La comunicación oficial del municipio, lejos de buscar sumar esfuerzos, eligió poner el foco en criticar la gestión provincial, acusando al gobernador de no tener soluciones para la inseguridad. Esta actitud no solo es contraproducente, sino que también desvía la atención de lo que realmente importa: proteger a los vecinos y construir políticas efectivas y sostenidas en el tiempo.
En un contexto donde la seguridad requiere respuestas integrales, la fragmentación institucional y la disputa política solo terminan perjudicando a la comunidad. La prioridad debe ser la colaboración entre todos los actores involucrados, dejando de lado las diferencias partidarias para garantizar patrullajes efectivos, tecnología adecuada, prevención y participación ciudadana.
El intendente Valenzuela, tras su paso a Libertad Avanza y con la vista puesta en las elecciones de 2027, parece más interesado en desgastar al gobernador que en buscar soluciones conjuntas. Pero los vecinos no necesitan relatos ni enfrentamientos; necesitan hechos concretos que mejoren su calidad de vida y su tranquilidad.
Desde Notigital, hacemos un llamado a la responsabilidad política y a la madurez institucional. La seguridad no puede ser moneda de cambio ni herramienta electoral. Es momento de dejar de lado las tensiones y trabajar en equipo, porque solo así se podrá construir un Tres de Febrero más seguro para todos.