Tras una audiencia en la Secretaría de Trabajo, el sindicato que nuclea a los choferes renovó su advertencia ante la incertidumbre salarial que afecta a los trabajadores del transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
La Unión Tranviarios Automotor (UTA) renovó su advertencia ante la incertidumbre salarial que afecta a los trabajadores del transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Tras una audiencia en la Secretaría de Trabajo, el sindicato que nuclea a los choferes manifestó profunda preocupación por la falta de avances en la recomposición salarial reclamada.
El malestar sindical escaló luego de que los empresarios, en el marco de la reunión, alertaran sobre la posibilidad de abonar el aguinaldo en cuotas. Esta amenaza encendió las alarmas entre los trabajadores a días de las fiestas de fin de año, según denunció la organización gremial.
La UTA señaló que la audiencia no se centró en las demandas salariales, sino exclusivamente en el reclamo empresarial por la actualización de los subsidios estatales al Transporte. El sindicato enfatizó que sus retribuciones «no pueden estar atadas a la relación entre el Estado y los empresarios», instando a ambas partes a garantizar el correcto funcionamiento del sistema y el salario íntegro de los choferes.
El gremio rechazó la posibilidad de que la incertidumbre sobre los haberes se profundice, calificando de «injusto y arbitrario» el desconocimiento de la obligación de pago por parte de las empresas. El Consejo Directivo Nacional de la UTA subrayó que el salario es el sustento de la familia del trabajador y no puede ser condicionado por la discusión sobre los fondos públicos.
Por su parte, las cámaras empresariales calificaron la situación como «gravísima» debido al aumento sostenido de los costos operativos (combustible, repuestos, etc.) y la insuficiencia de los subsidios estatales. Estiman que la tarifa reconocida por el Estado es significativamente menor a la «tarifa real» calculada, volviendo insostenible el pago regular de salarios y aguinaldos.
Esta tensión se suma a conflictos previos, como la «abstención de tareas» realizada el pasado 5 de diciembre por la UTA en empresas que no habían depositado al menos el 50% del salario. Aquella medida fue un reclamo por el atraso sistemático en la liquidación de haberes adeudados, afectando puntualmente a algunas líneas de colectivos.
La organización gremial solicitó a las autoridades estatales actuar de inmediato para hacer cumplir la legislación vigente, asegurar el pago íntegro y puntual de los salarios, y lograr la reapertura de una mesa de negociación salarial «sin ataduras» a la discusión de los subsidios, buscando una recomposición efectiva del poder adquisitivo perdido.