El presidente Javier Milei firmó este jueves la reforma laboral apenas desembarcó en el país tras su viaje a Oslo, confirmando el envío inmediato del proyecto al Congreso para su debate prioritario.
La iniciativa legislativa propone modificaciones estructurales en la legislación laboral vigente, con el objetivo declarado de “modernizar el mercado de trabajo, generar empleo formal y atraer inversiones”. Sin embargo, el anuncio generó un fuerte rechazo por parte de diversos sindicatos y organizaciones laborales.
Desde la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) manifiestan su preocupación por que la reforma vulnera derechos adquiridos y podría facilitar despidos, flexibilizando las condiciones laborales en detrimento de los trabajadores. “Es un retroceso que afectará la estabilidad y seguridad laboral en nuestro país”, aseguraron referentes gremiales.
Por otro lado, sectores empresariales y cámaras de comercio valoraron la propuesta como un impulso necesario para dinamizar la economía y favorecer la creación de empleo en un contexto de alta informalidad.
El proyecto será tratado en próximas sesiones parlamentarias, donde se prevé un debate intenso entre las distintas fuerzas políticas y actores sociales.
Puntos claves de la Reforma Laboral, que se conocen hasta ahora:
El proyecto amplía la jornada laboral hasta 12 horas diarias, permite fraccionar vacaciones por acuerdo y autoriza sistemas como banco de horas en convenios colectivos. Introduce indemnizaciones en cuotas para pymes (hasta 12 mensuales) vía un Fondo de Asistencia Laboral y habilita salarios en especie, como vales de comida. Incluye registro laboral digital unificado, libertad en formas de contratación (tiempo parcial, por productividad o en moneda extranjera) y beneficios fiscales para pymes.
Cambios excluidos
Se descartaron propuestas disruptivas como convenios por empresa, eliminación de cuotas sindicales obligatorias y modificaciones radicales en vacaciones o huelgas de borradores previos.