La empresa Mercedes Benz decidió implementar un plan de retiros voluntarios para su personal en su planta industrial de la localidad de Virrey del Pino, en La Matanza, fábrica donde la marca alemana produce el furgón Sprinter.
“En Mercedes-Benz Argentina hay un programa de retiro voluntario que comenzó a fines de octubre, por una semanas, y que está vinculado con cambios en la demanda de producto de mercados de exportación”, señaló un vocero de la compañía automotriz ante la consulta del medio Infobae.
La fuente citada por el diario digital agregó que el plan se extenderá por algunas semanas más, aunque declinó precisar cuántos trabajadores dejaron la empresa en base a esta vía. En la Argentina, Mercedes Benz emplea a 2.000 personas en forma directa.
Por otra parte, desde el sector automotriz señalaron que el origen de la decisión no está vinculado al resultado electoral y que Mercedes Benz se vio afectado por una caída en la demanda del mercado brasileño, entre otros factores.
“En el Centro Industrial Juan Manuel Fangio, ubicado en Virrey del Pino, se fabrica la tercera generación de la Sprinter, utilitario que lleva más de 26 años de producción nacional. La Sprinter creó una categoría en la industria automotriz y se transformó, en base a su calidad, en un producto líder en el mercado argentino; ya se han producido más de 380.000 unidades de la Sprinter”, señala la compañía en su página web.
Más allá de esta decisión puntual, es claro que la empresa alemana no es la única con dificultades. La carga impositiva, las dificultades para importar insumos y las demoras en los pagos al exterior entre muchos otros temas, tienen en vilo a fabricantes e importadores en el sector automotriz argentino.
A ese escenario se suma que la agenda de urgencias no termina de estar en manos de este Gobierno ni del próximo, que promete menos restricciones y un criterio de libre mercado. La principal traba a resolver es la necesidad de evitar que se corte la cadena de suministros ante la falta de pagos comprometidos, que han sido reprogramados o simplemente postergados debido a la falta de dólares en el Banco Central.
“Estamos fabricando con los dedos cruzados”, contestaron brevemente desde una empresa automotriz, para agregar que “cambió el signo político del próximo gobierno, pero el problema se tiene que resolver ahora porque de otro modo van a asumir con media industria parada”.
Fuente: https://primerplanoonline.com.ar/