El ex presidente Mauricio Macri, estuvo alentando a la Argentina.
Con las elecciones ya definidas, una lectura política clave emerge desde los pasillos del PRO: Mauricio Macri, aunque ausente públicamente y sin pronunciarse durante la contienda, actuó desde las sombras como uno de los grandes mentores del resultado que hoy golpea a su propio espacio.
La instrucción de Macri de que la mayoría de sus dirigentes forjen alianzas con el sector libertario evidencia un juego estratégico que, si bien hundió al PRO en una crisis interna, preservó la figura de su líder principal.
El saldo es claro: el PRO pierde protagonismo y muchos de sus dirigentes quedaron «quemados» políticamente, una jugada peligrosa que podría marcar el fin de la sigla tal como la conocemos. Sin embargo, Mauricio Macri parece haberse alejado del desgaste personal y público, dejando que sus referentes lleven el peso del conflicto electoral.
Desde adentro, voces como la de «Vicho» —que parafrasea al periodista «Duka» al afirmar que “El gran culpable es Mauricio Macri”— reflejan el desencanto con la postura del ex presidente. La sensación predominante es que Macri no solo no se esforzó lo suficiente para asegurar el triunfo de Javier Milei, sino que su estrategia implicó un sacrificio calculado del PRO para favorecer un poder desde las sombras.
Ahora, con su espacio cada vez más reducido, Macri conserva la capacidad de influir decisivamente en la política nacional, incluso sin aparecer en primera fila. En este escenario, la interna del PRO quedó fracturada, y el ex presidente podría dar la estocada final al gobierno de Milei manejando los hilos desde detrás del telón.
Notigital seguirá de cerca esta trama política en desarrollo, donde la visible ausencia de Macri contrasta con su poder efectivo para moldear los destinos del macrismo y del panorama político argentino.