El 14 de octubre de 1964, el activista estadounidense Martin Luther King Jr. fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz por su incansable lucha contra la segregación racial y a favor de los derechos civiles.
Su liderazgo pacífico y su capacidad para movilizar a millones a favor de la igualdad racial lo convirtieron en un símbolo universal de justicia y dignidad. Su legado perdura no solo en Estados Unidos sino en todo el mundo, inspirando movimientos por los derechos humanos y la justicia social hasta nuestros días.