Lupe Vélez, nacida como María Guadalupe Villalobos Vélez en 1908, se convirtió en un huracán del cine hollywoodense y mexicano con su personalidad arrolladora, conocida como «La Chinampina» o «Miss Chile Picante» por su temperamento latino fogoso.
Debutó en el teatro de revista en Ciudad de México a los 15 años, pionera de las «exóticas» con bailes provocativos, y saltó a Hollywood en 1927 con películas como El Gaucho junto a Douglas Fairbanks, destacando en comedias sonoras dirigidas por gigantes como Cecil B. DeMille y William Wyler.
Su serie Mexican Spitfire (1939-1943) la inmortalizó como Carmelita, una esposa temperamental con acento exagerado, mientras romances tormentosos con Gary Cooper, Johnny Weissmüller y Arturo de Córdova llenaron titulares; El 14 de diciembre de 1944, a los 36 años, se suicidó en Beverly Hills ingiriendo seconal, embarazada y desesperada por un escándalo, rodeada de flores y velas, dejando un legado de más de 30 películas y una estrella en el Paseo de la Fama.