LUNES NEGRO EN LA ECONOMÍA ARGENTINA: CAÍDA DE BONOS, ARANCELES DE TRUMP Y CRÍSIS DE CONFIANZA EN MILEI

El 31 de marzo de 2025, los mercados financieros argentinos enfrentaron una jornada crítica marcada por la caída del 2,23% promedio en los bonos soberanos, con el título de 2046 como el más afectado (-2,53%), y un aumento del riesgo país a 867 puntos.
Este escenario se entrelaza con factores globales y locales: la amenaza de una guerra comercial impulsada por los aranceles de Donald Trump y la desconfianza en el gobierno de Javier Milei, cuya gestión económica liderada por Luis Caputo enfrenta críticas por su dependencia del FMI y falta de transparencia.
Contexto global: aranceles de Trump y efectos en mercados emergentes
La imposición de nuevos aranceles por parte del gobierno de Trump generó un efecto dominó en divisas y bonos. El dólar estadounidense alcanzó su máximo desde 2022 (índice DXY en 109,51 puntos), mientras el oro marcó récord histórico (USD 2.822,72 por onza)2. Para economías emergentes como Argentina, que dependen de exportaciones y acuerdos comerciales, esta incertidumbre global agravó la percepción de riesgo, reflejada en la caída de sus bonos.
Crisis de confianza en el gobierno de Milei y Caputo
El equipo económico liderado por Luis Caputo —responsable del 72% de la deuda argentina con el FMI desde 1958— enfrenta un doble desafío:
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Dependencia del FMI: El gobierno busca un préstamo de USD 20.000 millones, pero el organismo aún no confirma la cifra. La falta de claridad sobre este acuerdo y la gestión de la deuda en pesos han erosionado la credibilidad.
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Presión cambiaria y reservas: El Banco Central gastó USD 1.445 millones desde mediados de marzo para contener el dólar, pero las reservas siguen en caída libre (USD 26.222 millones). Expertos como Pablo Ferrari advierten que una devaluación del peso en abril es «casi inevitable», con ajustes entre 8% y 20% según las negociaciones con el FMI.
Impacto en la economía local
La combinación de factores globales y la gestión económica cuestionada ha llevado a:
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Inflación persistente: A pesar de los recortes fiscales, la inflación mensual se mantiene en 2,5%, con riesgo de aceleración por presiones cambiarias.
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Parálisis económica: La incertidumbre desalienta inversiones y profundiza la recesión, mientras salarios y jubilaciones pierden poder adquisitivo.
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Especulación financiera: La falta de dólares y la desconfianza en el peso alimentan corridas cambiarias, debilitando aún más las reservas.