LA RETÓRICA DEL MINISTERIO DE DEFENSA Y EL RIESGO DE REAVIVAR «LOS DOS DEMONIOS»
En los últimos días, el Ministerio de Defensa a cargo de Luis Petri ha vuelto a poner sobre la mesa una discusión que se creía superada: la narrativa conocida como «Los dos demonios».
Aunque el propio Petri no usó esa expresión de manera explícita, su homenaje a un militar asesinado por el ERP, una organización guerrillera civil sin respaldo estatal, reabre la polémica en torno a cómo se interpreta la historia reciente de nuestro país.
Recordar el asesinato de un militar por parte de una organización armada no estatal es, sin duda, un acto que condena. Sin embargo, equiparar esta violencia con la violación sistemática de derechos humanos cometida por la última dictadura militar resulta peligroso. La idea de una «historia completa» que pone en el mismo plano a un Estado y grupos guerrilleros no solo falsea la memoria sino que pretende justificar las atrocidades cometidas durante la dictadura, incluyendo la desaparición forzada de más de 30.000 personas.
Es fundamental comprender que ninguna organización, por más criminal que sea, puede ser igualada con un Estado, especialmente una que desplegó un plan sistemático de represión y terrorismo de Estado. La narrativa de los «dos demonios» ha sido empleada históricamente para relativizar la responsabilidad del régimen militar y diluir la gravedad de sus crímenes.
El llamado a un relato «completo» muchas veces esconde la intención de reescribir la historia para justificar una dictadura sangrienta que dejó heridas profundas en la sociedad argentina. La lucha contra este tipo de discursos es esencial para sostener una memoria colectiva basada en la verdad, la justicia y el respeto a los derechos humanos.
En este contexto, el homenaje a Luis Petri y la retórica del Ministerio de Defensa pueden interpretarse como un intento de reposicionar el debate histórico, lo que exige una reflexión crítica y un reclamo firme por parte de la sociedad civil para no permitir que se relativicen las responsabilidades y se revivan discursos que oscurecen en la verdad histórica.
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