LA «MOTOSIERRA» LLEGÓ A TRES DE FEBRERO: ELIMINAN LA DIRECCIÓN DE HABILITACIONES

La eliminación de la Dirección de Habilitaciones en Tres de Febrero y la implementación de habilitaciones exprés representan un cambio profundo en la gestión municipal orientado a desburocratizar y acelerar la apertura de comercios e industrias.
Esta medida se enmarca en una política integral que busca fomentar la inversión privada, la generación de empleo y el desarrollo económico local mediante la reducción de costos y trámites administrativos.
Por un lado, la simplificación del proceso, que ahora permite habilitar un comercio de forma inmediata bajo declaración jurada y posterga las inspecciones de seguridad, responde a la necesidad de eliminar barreras que históricamente ralentizaban la puesta en marcha de nuevos emprendimientos. La digitalización de los trámites a través de plataformas como Mi3F y la eximición de tasas como la Tasa de Seguridad e Higiene durante los primeros años son herramientas que facilitan el acceso a la formalidad para pequeños y medianos comerciantes, promoviendo la radicación de nuevos negocios en los barrios.
Sin embargo, esta agilidad en la habilitación también implica riesgos asociados a la postergación del control efectivo sobre las condiciones de seguridad y adecuación de los locales. Permitir que un comercio funcione sin una inspección previa puede generar vulnerabilidades para empleados, clientes y el entorno urbano, especialmente en rubros que requieren estrictas normas de seguridad. La confianza en la declaración jurada como mecanismo inicial de habilitación pone el foco en la responsabilidad del comerciante, pero también demanda un sistema eficiente y riguroso de fiscalización posterior para evitar irregularidades.
Esta política se inserta en un contexto donde Tres de Febrero busca posicionarse como un distrito atractivo para la inversión, con un modelo de gestión que privilegia la reducción de impuestos y la eliminación de tasas consideradas “absurdas” o excesivas. El intendente ha destacado que estas medidas no son temporales, sino permanentes, y forman parte de un plan para transformar los barrios mediante la promoción de la actividad económica y la generación de empleo genuino.
Además, la segmentación de industrias según su impacto ambiental y la diferenciación de requisitos según el tamaño y tipo de comercio permiten adaptar la regulación a la realidad productiva, evitando la sobrerregulación de emprendimientos de bajo impacto y concentrando los controles en actividades que representan mayores riesgos.
El desafío principal será equilibrar la agilidad para abrir comercios con la garantía de seguridad y cumplimiento normativo. La eficacia del sistema dependerá en gran medida de la capacidad municipal para realizar inspecciones posteriores y sancionar incumplimientos, así como de la transparencia y la participación ciudadana en la vigilancia del cumplimiento de normas.
En definitiva, la «Motosierra» municipal es una apuesta fuerte por la simplificación y la competitividad, que puede potenciar el desarrollo local si se acompaña de mecanismos efectivos de control y acompañamiento a los emprendedores para que operen dentro de un marco seguro y sustentable.