Argentina atraviesa una recesión económica de magnitudes históricas, con ventas estancadas, un cierre masivo de pymes y un Presupuesto 2026 que prevé un recorte general del 34% en el gasto público. Mientras el Gobierno libertario insiste en un repunte inminente, los indicadores duros pintan un panorama sombrío: casi 30 pequeñas y medianas empresas cierran por día, y no se avista un horizonte claro de mejora. Al contrario, las proyecciones sugieren un agravamiento de la crisis en los próximos meses.

La economía argentina acumula nueve meses consecutivos de contracción, con un PIB que cayó un 3,5% interanual en el tercer trimestre de 2025, según datos del INDEC. Las ventas minoristas no repuntan: en noviembre registraron una baja del 12% respecto al mismo mes del año anterior, impulsadas por una inflación que, aunque desacelerada al 4,2% mensual, sigue erosionando el poder adquisitivo de los hogares.

El Presupuesto 2026, presentado por el Ministerio de Economía y aprobado en tiempo récord por el Congreso, impone un ajuste drástico del 34% en términos reales sobre el gasto público total. Esto incluye recortes en obra pública (40%), subsidios energéticos (25%) y programas sociales (15%), bajo la premisa de «equilibrio fiscal cero». Economistas independientes, como los del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, advierten que esta política acelera la recesión al reducir la demanda agregada.

Cierre masivo de pymes: 30 por día en la cuerda floja

El tejido productivo paga el precio más alto. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) reporta el cierre de 850 pymes en noviembre solo, equivalente a 28 por día hábil. Sectores como comercio, construcción y manufacturas lideran las bajas, con 15.000 puestos de trabajo perdidos en el último mes.

«Estamos en un punto de no retorno», afirma Juan Litvinoff, vocero de CAME. «Las ventas cayeron 18% en el año, los costos subieron 50% por la devaluación y los préstamos son inalcanzables con tasas del 80% anual». En Buenos Aires y el conurbano, barrios enteros ven locales comerciales con persianas bajas, un símbolo tangible de la crisis.

Datos del Banco Central refuerzan la tendencia: la producción industrial cayó un 8,4% interanual en noviembre, y el consumo de energía industrial, termómetro de la actividad, se contrajo un 10%. Expertos como el economista Tomás Raffo proyectan una recesión que se extenderá hasta mediados de 2026, con riesgo de estanflación si la inflación repunta.

Libertarios vs. realidad: ¿optimismo o negación?

El Gobierno de Javier Milei defiende su estrategia: «La recesión es el costo necesario para estabilizar», declaró el ministro Luis Caputo en una reciente conferencia. Afirman que el ajuste fiscal generará confianza inversora y un rebote en 2026, con proyecciones oficiales de crecimiento del 5%.

Sin embargo, los analistas opositores lo cuestionan. Fausto Spotorno, de Orlando Ferreres, sostiene: «Sin demanda interna, no hay crecimiento. El recorte presupuestario agravará el círculo vicioso: menos gasto, menos ventas, más quiebras». Organismos internacionales como el FMI, en su último informe, recortaron su estimación para Argentina al 2,8% de crecimiento en 2026, por debajo de lo oficial.

La sociedad civil reacciona: protestas de pymes en Córdoba y manifestaciones sindicales en Buenos Aires claman por medidas de alivio. Mientras tanto, la pobreza supera el 50%, según el INDEC, y el desempleo roza el 9%.

 

Con NA.

Sobre Nosotros

Por Claudio Gambale

Claudio Gambale 47 años , Periodista de Tres de Febrero.