LA DOBLE MORAL DEL PRO FRENTE AL CASO $LIBRA

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El reciente escándalo de la criptomoneda $Libra, que involucra al presidente Javier Milei, puso de manifiesto una notable contradicción en el discurso y las acciones del PRO, un partido que durante años se posicionó como abanderado de la lucha contra la corrupción.

En la votación del 8 de abril de 2025 en la Cámara de Diputados para crear una comisión investigadora sobre el caso, el PRO decidió votar en contra de esta iniciativa, lo que generó críticas por su aparente doble estándar frente a temas de transparencia y ética pública.

Desde sus inicios, el PRO ha construido una narrativa centrada en la lucha contra la corrupción, especialmente apuntando a gobiernos peronistas o con tintes populares. Esto se reflejó en múltiples denuncias y discursos públicos sobre irregularidades en gestiones anteriores. Sin embargo, esta postura ha sido cuestionada por su selectividad: mientras se enfocaban en adversarios políticos, evitaban investigar casos que involucraran a figuras cercanas al macrismo, como los Panamá Papers, el escándalo del Correo Argentino y otras polémicas durante el gobierno de Mauricio Macri.

En el caso específico de $Libra, una criptomoneda promovida por Milei que ahora enfrenta acusaciones de estafa internacional, el PRO tuvo una oportunidad clave para demostrar coherencia con su discurso anticorrupción. No obstante:

  • 30 diputados del PRO votaron en contra de la creación de una comisión investigadora.

  • Entre los nombres destacados que se opusieron están figuras como Silvia Lospennato, Fernando Iglesias, Karina Banfi y Martín Tetaz.

  • Además, Sabrina Ajmechet y Fabio Quetglas estuvieron ausentes, lo que también generó críticas por su falta de compromiso en un tema tan relevante.

Fernando Iglesias justificó su voto afirmando que el caso $Libra afectaba solo a «unas pocas decenas de personas dedicadas a la especulación», minimizando la gravedad del asunto. Este argumento contrasta con el énfasis que el PRO ha puesto históricamente en investigar cualquier indicio de corrupción cuando se trata de sus opositores.

Por otro lado, Karina Banfi, quien previamente había alertado sobre los riesgos de corrupción vinculados al financiamiento privado en campañas electorales, ahora aparece alineada con una postura que evita profundizar en un caso emblemático de posible fraude financiero. Este cambio refuerza las acusaciones sobre la doble moral del partido.

La decisión del PRO no solo afecta su imagen como partido comprometido con la transparencia, sino que también debilita su narrativa histórica contra la corrupción. La votación dejó al descubierto una actitud pragmática: proteger aliados políticos incluso a costa de abandonar principios fundamentales. Esto ha generado críticas tanto desde sectores opositores como desde ciudadanos que esperaban mayor coherencia entre discurso y acción.

En conclusión, el rechazo del PRO a investigar el caso $Libra expone una contradicción evidente entre su discurso anticorrupción y sus acciones. Este episodio podría marcar un punto de inflexión en la percepción pública sobre su compromiso real con los valores éticos que dice representar.

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