En los últimos años, hemos sido testigos de un creciente debate en Argentina sobre la utilización de niños en actos partidarios. Muchos han alzado la voz contra esta práctica, argumentando que instrumentalizar a los más pequeños para fines políticos es no solo inapropiado, sino también perjudicial para su desarrollo y seguridad.
Sin embargo, recientemente ha surgido un caso que pone de manifiesto una preocupante contradicción: el famoso dibujante Nik, conocido por su personaje “Gaturro”, ha pedido a sus seguidores que le envíen fotografías de niños y niñas, prometiendo publicarlas en su cuenta de Facebook.
La Exposición Innecesaria
La solicitud de Nik no solo resulta inquietante por la naturaleza de la petición, sino también por los riesgos que conlleva. Al publicar imágenes de menores en una plataforma pública como Facebook, se abre la puerta a una serie de peligros. En un mundo donde la seguridad en línea es cada vez más crítica, la exposición pública de niños puede tener consecuencias graves. ¿Qué medidas se están tomando para garantizar que estas imágenes no caigan en manos equivocadas?
Incoherencia en el Discurso
Es difícil no notar la incoherencia en el discurso de aquellos que critican la utilización política de los niños y, al mismo tiempo, participan en acciones que los exponen a riesgos similares. Si bien muchos han denunciado el uso de menores en actos políticos, parece haber una falta de autocrítica cuando se trata de situaciones donde se les expone sin su consentimiento explícito. La crítica a la instrumentalización infantil debería ser un principio constante, no selectivo.
Responsabilidad Social
Las figuras públicas tienen una responsabilidad hacia sus seguidores y hacia la sociedad en general. Promover la participación infantil en un contexto seguro y saludable es fundamental; sin embargo, hacerlo mediante la publicación indiscriminada de imágenes puede ser irresponsable y peligroso. La protección de los niños debe ser siempre una prioridad, y cualquier acción que pueda ponerlos en riesgo debe ser cuestionada.
Impacto en la Percepción Pública
Este tipo de acciones puede influir negativamente en cómo se perciben las iniciativas que buscan involucrar a los jóvenes en actividades sociales o políticas. La confianza se erosiona cuando las acciones no son coherentes con el discurso. Si las figuras públicas no son consistentes en su mensaje y comportamiento, ¿cómo podemos esperar que el público comprenda la importancia de proteger a los menores? En conclusión, es fundamental abrir un debate sobre este tema y reflexionar sobre las implicaciones que tiene exponer a los niños en redes sociales. La protección infantil debe ser una prioridad innegociable, y todos tenemos un papel que desempeñar para garantizar un entorno seguro para nuestros más pequeños. La coherencia entre el discurso y la acción es esencial para construir una sociedad más justa y responsable.