En la era digital, la información circula a una velocidad vertiginosa, pero no toda es veraz. En particular, un sector vinculado a los libertarios, seguidores y militantes del presidente Javier Milei, ha sido identificado como uno de los principales generadores y difusores de noticias falsas en la red social X (antes Twitter).
Esta práctica no solo distorsiona la realidad, sino que también contribuye a que miles de usuarios repliquen información errónea sin verificar su autenticidad, alimentando la desinformación y profundizando la ignorancia colectiva.
Estrategias detrás de la creación de fake news
Los libertarios han desarrollado una estrategia digital que combina la creación de contenidos falsos con la amplificación a través de cuentas reales y bots. Un análisis de Twitter Audit reveló que figuras como Daniel Parisini (“Gordo Dan”) y Esteban Glavinich (“Traductor te ama”) cuentan con un porcentaje significativo de seguidores sospechosos de ser cuentas falsas, lo que potencia la viralización de sus mensajes.
Entre los ejemplos más notorios se encuentran videos y audios manipulados que atribuyen declaraciones falsas a figuras políticas como Mauricio Macri o Juan Schiaretti, con el objetivo de fortalecer la imagen de Milei y deslegitimar a sus rivales. Además, se han detectado cuentas que simulan ser medios de comunicación o personajes públicos para lanzar noticias engañosas, dificultando aún más la identificación de la verdad.
El impacto en la opinión pública y la democracia
La difusión masiva de noticias falsas genera un efecto de burbuja informativa, donde los usuarios tienden a compartir contenidos que confirman sus creencias previas sin cuestionarlos. Esto no solo amplifica la desinformación, sino que también profundiza la polarización social y política.
La velocidad con la que se viralizan estas fake news supera con creces la capacidad de los organismos de verificación para corregirlas, lo que perpetúa la confusión y el desconocimiento. En este contexto, la calidad del debate democrático se ve seriamente afectada, ya que la opinión pública se forma sobre bases falsas o manipuladas.
La creación y difusión de noticias falsas por parte de sectores libertarios en X es una práctica preocupante que va más allá de la simple desinformación: es una herramienta de manipulación política que contribuye a la polarización y a la erosión de la verdad en el espacio público. Frente a este desafío, resulta fundamental fomentar la educación mediática y el pensamiento crítico para que los usuarios puedan identificar y rechazar la información falsa, fortaleciendo así la democracia y el diálogo informado.