Horas largas desde que el Micro salió de Ezeiza por Autopista Richieri, donde ya estaba colmado de gente.
Todas las autopistas empezaron a colapsar, desde la 25 de Mayo, General Paz e incluso los lugares donde no era autopista. Algo inesperado, se calculó casi 4 millones de personas dando vueltas por CABA y PBA.
No se sabe bien cuantos eran, pero la gente quería ver los jugadores y la Copa del Mundo. Una alegría como pocas veces se vio en los últimos años, Niños, Niñas, Familias enteras buscando la foto.
Y por su puesto la alegría de los jugadores, que se bancaron horas largas de caravana a bajo de un sol radiante. Mientras “Chiqui” Tapia, hablaba con las autoridades de seguridad para ver como seguir y hasta donde.
La cantidad de gente que fue a ver los campeones, era tanta que sobrepaso todo intento de organización. Se pensaron que tal vez irían menos, pero no. Asombró a propios y extraños, las imágenes recorrieron el mundo.
Solo en Argentina y algún otro país puede suceder tamaña movilización, por una competición de fútbol. El mundo rendido a la afición de Argentina, a los jugadores y el cuerpo técnico.
Llegó un punto en el que tuvieron que movilizar helicópteros para poder terminar el paseo con la copa y volver a Ezeiza, sin dudas la cantidad de familias entera superó a propios y extraños. Fiestas populares, que muy pocas veces suceden.
Merecido reconocimiento pata la Scaloneta, que trajo a la Argentina la tercer copa del mundo.