El ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, acompañó al gobernador Axel Kicillof en una reunión clave con representantes del sector energético y organizaciones sindicales, en respuesta al avance del Gobierno nacional por privatizar Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), la empresa estatal que opera las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse.
El encuentro, realizado en el Salón Dorado de la Casa de Gobierno provincial, buscó generar un espacio de diálogo para resaltar el rol estratégico de NASA en el sistema energético nacional y analizar las implicancias de un eventual cambio en su modelo de gestión. Participaron también el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, y el subsecretario de Energía, Gastón Ghioni, junto a autoridades provinciales.
Detalles de la reunión y contexto político
Durante la actividad, Kicillof y Correa enfatizaron la importancia de mantener NASA bajo control estatal, argumentando que la privatización podría comprometer la soberanía energética del país y afectar la seguridad laboral de miles de trabajadores. Fuentes cercanas al Gobierno provincial indicaron que el diálogo incluyó propuestas para fortalecer la empresa pública frente a las presiones del Ejecutivo nacional.
Representantes sindicales vinculados a la actividad nuclear, como los de la Asociación de Trabajadores de la Industria Nuclear (ATEN), expresaron su preocupación por posibles despidos masivos y la pérdida de know-how técnico en caso de una privatización. «La energía nuclear no es un negocio para especuladores; es un pilar de la matriz energética argentina», habría declarado uno de los líderes gremiales presentes.
El subsecretario Ghioni aportó datos técnicos sobre la contribución de las centrales operadas por NASA, que generan alrededor del 7% de la electricidad del país y son clave para la transición energética hacia fuentes bajas en carbono.
Implicancias para el sector y la provincia
Esta reunión se enmarca en la creciente tensión entre el Gobierno de Milei y las provincias patagónicas y bonaerenses, productoras de energía, por reformas en el sector. La posible privatización de NASA forma parte de un paquete más amplio de desregulaciones impulsadas por el Ministerio de Economía, que busca reducir el rol del Estado en empresas públicas deficitarias.
Para Buenos Aires, el tema adquiere relevancia por su impacto en la cadena de suministro energético y el empleo calificado. Correa, en su rol como ministro de Trabajo, reiteró el compromiso provincial con la defensa de los puestos laborales y la industria nacional.
El gobernador Kicillof utilizó la ocasión para convocar a un «frente federal energético» que incluya a otras provincias afectadas, como Córdoba (dueña de Embalse) y Buenos Aires.
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