JUSTICIA HISTÓRICA POR CECILIA STRZYZSOWSKI: CONDENAN AL CLAN SENA EN JUICIO POR JURADOS MIENTRAS LA DERECHA POLITIZA EL CASO
En un fallo judicial considerado histórico en la provincia de Chaco, el jurado popular declaró culpables al clan Sena, incluida la expareja de Cecilia Strzyzowski, por el feminidio que conmocionó al país. Sin embargo, referentes libertarios y el presidente Javier Milei aprovechan la causa para lanzar mensajes políticos que mezclan la violencia machista con su agenda, minimizando la profundidad del problema real y la lucha feminista.
El caso de Cecilia Strzyzowski hizo visible la violencia machista extrema que continúa cobrando vidas en Argentina, donde millas de feminidios se repiten año tras año sin distinción política. La condena unánime del jurado al clan Sena representa un avance judicial fundamental que sienta precedentes para la justicia y la búsqueda de verdad y reparación.
No obstante, la utilización política de este feminidio por parte del sector derechista, que publicó mensajes como “Descansa Cecilia” en redes sociales, diluye el significado histórico de la sentencia y descontextualiza la problemática estructural de la violencia patriarcal. Es importante destacar que la violencia machista trasciende ideologías políticas y se encuentra arraigada en una cultura patriarcal que afecta a todos los sectores, incluso a aquellos como los libertarios que han promovido campañas en contra del feminismo, la educación sexual integral, la diversidad sexual y las políticas de género.
Javier Milei, presidente y referente libertario, ha mantenido numerosos comentarios y posturas que niegan o desestiman la importancia del feminismo y la lucha contra la violencia de género, incluyendo episodios de crítica hacia mujeres del espectáculo y sectores populares. Por ello, la mezcla de su discurso con el reclamo legítimo de justicia de Cecilia genera una percepción contradictoria y acusación de oportunismo político.
La clave para evitar que feminidios como el de Cecilia queden impunes es el rol activo del Estado, que debe garantizar mecanismos efectivos de prevención, protección y sanción, a la vez que promueven políticas públicas con perspectiva de género. La negación del feminismo y la instrumentalización política del dolor social no resolverán esta problemática profunda.
En este contexto, el fallo por jurados que condenó al clan Sena es un hito que no debe opacarse ni transformarse en una bandera para discursos ideológicos vacíos, sino que tiene que servir para fortalecer la lucha contra la violencia machista en todas sus formas y reafirmar el compromiso por una justicia verdadera, integral y con perspectiva de género.
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