Julio de Caro, nacido el 11 de diciembre de 1899, transformó el tango con su visión innovadora como violinista, compositor y director de orquesta.
Líder de la Guardia Nueva entre 1917 y 1925, introdujo armonías complejas y ritmos refinados en obras como «El Adiós de Gardel», marcando una evolución estética del género porteño. Su sexteto, con figuras como Pedro Maffia y Luis Petrucelli, grabó éxitos que influenciaron generaciones y lo posicionaron como renovador esencial del tango.
Gardel lo invitó a París, donde tocaron juntos en la Costa Azul, fortaleciendo la expansión internacional del tango. De Caro rechazó quedarse en Europa para volver a Buenos Aires, priorizando sus raíces y contribuyendo a la identidad musical argentina. Hoy, su legado se honra en el Día Nacional del Tango con conciertos y talleres que mantienen viva su revolución sonora.