El equipo de Simone Inzaghi festejó con goles de Francesco Acerbi y Marcus Thuram en un picante Derby de la Madonnina que dejó tres expulsados, a falta de cinco fechas. Consiguió su vigésimo Scudetto y sumó una segunda estrella en su escudo.
Solo le valía la victoria y la consiguió a lo grande en la primera opción matemática que tuvo. El Inter de Lautaro Martínez superó por 2-1 a Milan en el Estadio San Siro y se consagró campeón de la Serie A, por 20° vez en su historia, lo que otorga una segunda estrella a su escudo. Francesco Acerbi y Marcus Thuram anotaron los goles en un picante Derby de la Madonnina que se manchó con las expulsiones de Denzel Dumfries, Theo Hernández y Davide Calabria.
De esta manera,el Neroazzurro se aseguró el primer puesto con 17 puntos de diferencia sobre su eterno rival e inmediato perseguidor, cuando quedan 15 en disputa, además de un boleto a la Champions League 2024-25. El detalle de color, en tanto, es que por primera vez en la historia del fútbol italiano el título se decide en un partido entre dos equipos de la misma ciudad.
Fue Acerbi, curiosamente un exmilanista, el que remató a placer en el área pequeña de Mike Maignan, libre de marca tras una peinada de Benjamin Pavard, a los 18 minutos del primer tiempo. Detalles que han hecho a Milan inferior a su rival durante toda la temporada. Celebró el seguidor nerazzurro, pero Simone Inzaghi quería más. No quería dudas. E Inter continuó con la carga.
Y en apenas cuatro minutos del segundo tiempo lo consiguió. Thuram, quién si no, el mejor del partido junto a Hakan Calhanoglu, sacó un derechazo desde la frontal para superar a Maignan y dejar el duelo visto para sentencia. Tiró un desmarque en banda, aguantó el balón de espaldas, se giró, condujo y definió.
Inter no dio ni un solo síntoma de dejar escapar el título. Fue una roca en defensa y peligroso en ataque. Nicolò Barella, Calhanoglu y Henrikh Mkhitaryan flotaron por San Siro como quien se sabe superior e incansable en una situación única y, probablemente, irrepetible. Alessandro Bastoni, Acerbi y Pavard no concedieron lo más mínimo a un Rafael Leão frustrado. Y Thuram y Lautaro rotaron constantemente para volver loca a la zaga milanista. Un engranaje perfecto que funcionó en el día más importante.
Solo un rechazo suelto en área en un saque de esquina que cazó Fikayo Tomori para poner el 1-2 desestabilizó a la visita. La mala imagen del partido la pusieron Dumfries y Theo en una trifulca que acabó con ambos expulsados. También Calabria, por dar un codazo en el último saque de esquina.
Así, con Lautaro como máximo artillero (23 goles) del torneo, Inter vuelve a ser campeón tres temporadas después de su último trofeo liguero. Merecido campeón del Scudetto.