Según la tradición popular suiza, el 18 de noviembre de 1307 Guillermo Tell protagonizó una de las leyendas más emblemáticas de resistencia y valentía.
En Bürglen, Tell fue obligado a disparar con su ballesta una flecha para atravesar una manzana colocada sobre la cabeza de su hijo, ubicada a 100 pasos de distancia. Su éxito en esta prueba lo convirtió en un símbolo de lucha contra la opresión y tiranía, representando los valores de libertad que inspiraron a generaciones. Esta historia, aunque con tintes legendarios, es parte fundamental del folclore suizo y un emblema cultural para esa nación.