GOBIERNO DE MILEI RESCINDE FINANCIACIÓN A ABUELAS DE PLAZA DE MAYO: CRUELDAD SIN LÍMITES CONTRA LA MEMORIA DE LA DICTADURA

Foto CNN

El Gobierno nacional de Javier Milei decidió rescindir un contrato de financiación estatal a Abuelas de Plaza de Mayo por unos 2.300 millones de pesos, según anunció el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona en redes sociales, calificándolo de «curro» y malgasto de fondos públicos.

Esta medida impacta directamente programas clave de la organización, como proyectos en ciencia y tecnología vinculados a la búsqueda incansable de nietos apropiados durante la dictadura cívico-militar de 1976-1983, la más sangrienta de la historia argentina. Con una frialdad desconcertante, el Ejecutivo aplica la lógica egoísta de «con la mía no te banco», priorizando recortes sobre la empatía hacia abuelas que resistieron al terrorismo de Estado.​

Ataque Sistemático a la Memoria Histórica

Esta rescisión se suma a una embestida cruel contra organismos de derechos humanos, como el cierre previo de la Unidad Especial de Investigación de la Desaparición de Niños (UEI) de la CoNaDi, que generaba el 60% de casos judiciales sobre apropiaciones ilegales. Abuelas de Plaza de Mayo, liderada por figuras como Estela de Carlotto, ha recuperado identidades de cientos de niños robados en esa era de horror, pero ahora enfrenta un gobierno que parece olvidar o minimizar ese legado para justificar ahorros fiscales. La falta de detalles sobre el contrato y la ausencia inicial de respuesta de Abuelas subrayan la brusquedad de la decisión, que deja en vilo esfuerzos vitales por justicia y verdad.​

Reacciones ante la Falta de Empatía

Diputados como Victoria Montenegro repudiaron el anuncio, recordando que «las Abuelas enfrentaron a la dictadura y cambiaron la historia», frente a un ministro que las tilda de «curro» con desprecio. Organizaciones de derechos humanos advierten que estas medidas perjudican la búsqueda de los 300-370 nietos aún desaparecidos y erosionan el proceso de Memoria, Verdad y Justicia. En redes y medios, se habla de «fin de una era», pero lo que resalta es la crueldad de un gobierno poco empático, que ignora el dolor colectivo por una supuesta eficiencia económica.

Con NA.

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