GOBIERNO DE MILEI ENTRE EL VETO FISCAL Y LA REACTIVACIÓN SELECTIVA DE OBRA PÚBLICA

Foto NA

El gobierno nacional de Javier Milei enfrenta críticas por sus contradicciones en materia económica y de gestión pública. Mientras mantiene un discurso rígido de veto hacia obras y gastos que, según ellos, afectarían el equilibrio fiscal, paralelamente ha puesto en marcha un plan electoral basado en la reactivación de obras públicas nacionales que habían estado frenadas desde su llegada al poder.

Este contraste se hizo palpable en Tres de Febrero, donde el intendente libertario Diego Valenzuela anunció con gran despliegue mediático la reactivación del paso bajo nivel en Sáenz Peña. La obra, destacaron, es gestionada mediante un acuerdo directo con el gobierno nacional, sin mención alguna a la participación del sector privado, habitual receptor de contratos y manejos en etapas previas.

Esta situación revela que, pese a las políticas restrictivas anunciadas públicamente, existen fondos disponibles para ciertas obras que favorecen intereses políticos aliados al oficialismo, y que conforman una suerte de nueva “casta” en el poder. Así, la coexistencia entre el veto fiscal y la reanudación de obras con fuerte impacto electoral expone las tensiones internas y la doble cara de la administración de Milei.

En definitiva, la supuesta austeridad y rechazo a gastos contradictorios conviven con decisiones que priorizan la seducción electoral a través de la obra pública, dejando al descubierto intereses políticos detrás del discurso oficial. Esta polémica dinámica abre un nuevo capítulo de cuestionamientos sobre la coherencia y transparencia del gobierno nacional.

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