El 3 de abril de 1588 marcó un hito en la historia de Argentina con la fundación de la ciudad de Corrientes por el adelantado español Juan Torres de Vera y Aragón. Esta ciudad, inicialmente llamada San Juan de la Vera de las Siete Corrientes, se convirtió en la más antigua del nordeste argentino y jugó un papel crucial en la conquista del Río de la Plata.
La fundación de Corrientes fue parte de un plan más amplio para consolidar el dominio español en la región. Juan Torres de Vera y Aragón, cumpliendo con las capitulaciones de su cargo, eligió el sitio conocido como las Siete Corrientes debido a su estratégica ubicación en la confluencia del río Paraguay con el Paraná. Esta posición la convirtió en una importante estación de paso entre Asunción y Buenos Aires, facilitando el comercio y la comunicación entre las colonias españolas.
El adelantado contó con el apoyo de figuras destacadas como Alonso de Vera y Aragón, conocido como «el Tupí», y Hernando Arias de Saavedra, también conocido como Hernandarias. El acto fundacional incluyó la proclamación de la soberanía del rey Felipe II y la designación de las autoridades locales. Tras la fundación, Torres de Vera y Aragón prosiguió su viaje a España para obtener la ratificación de su cargo.
Con el tiempo, la ciudad pasó por varios cambios de nombre, finalmente adoptando el de Corrientes. Su importancia radica no solo en su antigüedad, sino también en su papel como avanzada en la Mesopotamia argentina y como escala crucial en la navegación del Paraná. Corrientes ha mantenido su relevancia histórica y cultural, siendo un testimonio vivo de la presencia española en la región.
En resumen, la fundación de Corrientes el 3 de abril de 1588 no solo marcó el nacimiento de una ciudad, sino que también consolidó la presencia española en el nordeste argentino, dejando un legado que perdura hasta hoy en día.