Las primeras medidas económicas anunciadas por el gobierno de Javier Milei y la dinámica inflacionaria parecen haber cambiado los planes de los turistas rumbo a la temporada de verano. En los principales destinos del país expresaron su preocupación por la caída de las reservas ocurrida en los últimos días. Mientras que los sueldos no aumentan a la par de los precios, quienes habían proyectado unos días de descanso en la costa atlántica u otro lugar de la Argentina prefieren recortar sus viajes y optar por unas vacaciones gasoleras.

El derrumbe de las reservas ocurrió, por ejemplo, en Mar del Plata, uno de los clásicos de cada verano. “Hay menor cantidad deconsultas en comparación con esta misma época del año”, comentó Jesús Osorno, presidente de la Asociación Empresarial Hotelera Gastronómica (AEHG) de la ciudad balnearia, al ser consultado por Crónica. “Los teléfonos no suenan tanto, el asunto está medio parado”, agregó.

La preocupación de Osorno tiene lugar mientras el Colegio de Martilleros de Mar del Plata dispuso un nuevo incremento del 50% en los valores de referencia de los alquileres para la temporada 2024. Lo hizo sobre los valores fijados en octubre pasado, que ya habían exhibido una suba interanual del 150%.

Así, alquilar un departamento de un ambiente por semana costará desde 150.000 pesos, mientras que un dos ambientes saldrá a partir de 220.000 pesos. Frente a esos valores, en el Colegio de Martilleros de La Feliz calculan que el nivel de alquileres ronda por ahora el 50%.

De cara a las próximas vacaciones, el escenario también genera inquietud en Pinamar.”Estamos viviendo una situación preocupante. Nos encontramos con el 60% de las reservas que teníamos a esta altura del año pasado y no es un problema de oferta, sino que no hay demanda. Esto refleja la realidad del país”, comentó Alfredo Baldini, titular de la Cámara de Turismo local, en declaraciones radiales.

“No es un problema de precios, porque eso se refleja cuando tenés mucha demanda pero no vendés. En este caso no hay demanda y no hay consultas. Si bajamos los precios o regalamos habitaciones, igualmente la gente no viene, porque el combustible aumentó exponencialmente”, agregó Baldini, que confía en que la realidad puede mejorar en enero, aunque no se revertirá por completo.

Otros puntos del país

Las reservas de alojamiento también son inferiores en Córdoba, a la hora de compararlas con las de otros veranos. Alejandro Kobelt, integrante de la Asociación Hotelera y Gastronómica de Calamuchita y dueño de un hotel en Santa Rosa, sostuvo que en estas dos últimas semanas “se plancharon las reservas, las consultas bajaron al 50% y hasta se registraron algunas cancelaciones”. Y agregó en esa línea: “Entramos en un terreno bastante delicado y estamos viendo de poder sincerar los precios lo menos posible”.

En Córdoba, el alquiler de una cabaña para cuatro personas por día cuesta alrededor de 50.000 pesos, por lo que presupuesto trepa a $350.000 por siete noches de alojamiento. Claro que también hay cifras superiores, de hasta 100.000 o 150.000 pesos por noche. A eso hay que sumarle combustibles, comidas y algún entretenimiento para dimensionar el costo de una sola semana de vacaciones de bajas pretensiones.

“Se plancharon las reservas”, admiten las sierras cordobesas. 

Alejandro Taurassi, de la Cámara de Emprendedores Turísticos de Traslasierra, graficó el panorama:”Es extraño y complejo, hemos reajustado ya tres veces las tarifas para el verano. La temporada se llena de incertidumbre”.

En el sur del país, empresarios y funcionarios de Chubut coincidieron en manifestar su preocupación por la merma en las reservas de los distintos alojamientos. Gustavo Sastre, intendente de Puerto Madryn, manifestó:”Es una realidad totalmente distinta a lo que veníamos acostumbrados en estos últimos años, donde Puerto Madryn, particularmente, se había posicionado entre los cuatro destinos más importantes de la Argentina”. Y concluyó:“Al hacer una línea comparativa con las mismas semanas de diciembre del año pasado, hoy estamos muy por debajo de los niveles de reserva. No sabemos qué pasará en el verano”.