El Papa Francisco, el argentino Jorge Bergoglio, falleció este domingo 20 de abril de 2025 a las 7:35 horas en la residencia de Santa Marta, en el Vaticano, un día después de mostrarse en público por última vez durante la Pascua. Con su muerte, se cierra un pontificado marcado por la defensa de los marginados, la paz global y la renovación espiritual de la Iglesia.
El pontífice, de 88 años, había aparecido en silla de ruedas el día anterior desde la Basílica de San Pedro para bendecir a los fieles, en un gesto que simbolizó su resistencia física y su compromiso hasta el final. El cardenal Kevin Joseph Farrell, como camarlengo, confirmó la noticia mediante un video, destacando que el Papa «volvió a la casa del Padre» tras una vida dedicada al servicio de los más necesitados.
Bergoglio será recordado por recuperar el espíritu franciscano, priorizando la justicia social, la protección del medio ambiente y la inclusión de los excluidos. Su crítica a la indiferencia global, su llamado a acoger a migrantes y su lucha contra las desigualdades económicas definieron su papado. Promovió una Iglesia «en salida», cercana a las periferias existenciales, y abogó por la misericordia como eje del mensaje cristiano.
Con su muerte, se inicia el proceso de sede vacante y la organización del cónclave para elegir a su sucesor. Su legado, sin embargo, permanece intacto: un modelo de liderazgo humilde, comprometido con los desafíos del siglo XXI y firme en la defensa de la dignidad humana. La Iglesia y el mundo despiden a un pastor que soñó con un planeta más justo, guiado por el amor al prójimo y la esperanza en la fraternidad universal.