El Tercer Cuerpo del Ejército no encontró mejor manera que celebrar la finalización del curso de paracaidistas con un “bautismo” de cal viva y sidra. 20 de los 35 jóvenes que “celebraban” su recibida terminaron con quemaduras. La extraña justificación del Ejército: tendría que haber sido harina en vez de cal.