Un chico entró a robar a un bar y el dueño le ofreció trabajo: “Me partió al medio”.
Martín, dueño de un local gastronómico en Buenos Aires, se sintió sobrepasado por encontrarse con un chico de 15 años “sucio y con las zapatillas rotas”: “Déjeme ir don, es para darle de comer a mi familia”
Martín, el dueño del bar, contó detalles en Radio 2 sobre lo ocurrido con un chico de 15 años que entró a robar.
Martín, dueño de un bar en Buenos Aires, detuvo a un menor que había robado un celular en su local y, como notó que no tenía para comer, le ofreció trabajo: “Me partió al medio”, expresó en díalogo con Radio 2. El titular del local contó que el chico le dijo: “”Déjeme ir don, que es para darle de comer a mi familia”.
En diálogo con AM/PM, el dueño del comercio contó detalles de lo ocurrido: “Tenemos el local en una zona muy gastronómica y suele darse que haya personas que llegan como a pedir algo y cuando alguien se descuida se llevan los celulares. Hay mesas en las veredas y una parada de tren a dos cuadras, así que es fácil la salida”.
Entonces, agregó: “Entró un muchachito, veo que estaba en esa situación y me acerqué a pedirle que se retire. A veces. algunos chicos vienen a pedir y solemos darles un plato de comida. Veo que a una mujer le faltaba el celular, salí corriendo, lo alcancé en la vereda y me dice “dejeme ir don, que es para darle de comer a mi familia”.
Luego, vino el ofrecimiento: “El chico tenía olor de no bañarse hacía algunos días, las zapatillas rotas y el pantalón también. Vino la policía. Lo retuvo. A mí me llevaron a tomarme algunas declaraciones. Al rato una empleada, lo fue a ver y me dice «Se llama Martín, como vos. Tiene 15 años». Me partió al medio. Me acerqué y le dije: «Si necesitas una mano, un trabajo o un plato de comida, vení a buscarme». Se me largó a llorar y me dijo: “Don ,mañana cuando salgo lo vengo a ver”. Y nos dimos la mano.
“Vino al otro día con el papá y el hermano y nos pusimos a charlar. Él es menor, pero el hermano estaba por cumplir los 18. Entonces, le ofrecí trabajo como bachero. Tomamos un cafecito y traté de darle un mensaje sobre la idea de que hay otra salida en lugar de salir a robar”, sumó Martín.
“Así la próxima vez que vengan a robar van a saber que pueden pedir un plato de comida. En general, al que te da de comer no le mordés la mano. Ese es mi pensamiento. Hoy, Lucas, el hermano, arranca a trabajar”, confió el dueño del local.
Respecto de los motivos que lo llevaron a actuar de esa manera, expresó: “Creo que reaccioné así por varias razones. Supongo que primero tiene que ver con que el celular no era mio, entonces no me ganó la indignación. Después, no hubo violencia ni nada. Y finalmente por algunas enseñanzas de la vida. Siempre alguien nos dio una mano”.
Fuente: https://www.rosario3.com/