Sin dudas, entre las internas abiertas en Unión por la Patria en distintos municipios del Conurbano bonaerense, la de La Matanza es una de las que mayor atención despierta. No sólo por el caudal de votos que aporta y que pueden ser definitorios en la ecuación nacional y provincial, sino porque, además, la propuesta que motoriza la legisladora provincial lleva como bandera la renovación al interior del peronismo.

Del otro lado, Espinoza, que asumió como intendente por primera vez en el año 2005, y que alternó su gestión con la actual vicegobernadora de la provincia de Buenos Aires, Verónica Magario, encuentra en la intención de voto las consecuencias que afectan a otros oficialismos producto del desgaste. Además de casi veinte años de una misma propuesta, otros datos del informe dejan algunas pistas respecto a la merma en su respaldo.

En cuanto a cuáles son las principales preocupaciones actuales de los matanceros, el 85,9 por ciento se expresó en torno a la inseguridad, mientras que el 35,1 por ciento se refirió a la falta de los centros de salud. De forma paralela, el 29,8 planteó su malestar por el mal estado de las calles, a la vez que el 22,3 se inclinó por la mala iluminación pública.

Otro dato que adquiere un espesor particular en el nuevo análisis es el crecimiento de Cubria: en marzo de este mismo año, otro estudio elaborado por el Observatorio Social había revelado que la legisladora provincial tenía una intención de voto de 8,6 por ciento. Espinoza, por su parte, había cosechado un 15,8 por ciento. La sorpresa, en ese entonces, la había marcado Verónica Magario, quien también había sido medida en aquel análisis: para la vicegobernadora bonaerense, el acompañamiento era de 17,8 por ciento, un par de puntos más que su aliado.